Hola me llamo Laura, y yo soy viuda con pelo amarillo, eso sí no soy rubia.
Bueno, os contaré la historia de mi pelo, allá va.
Yo era pequeña y estaba jugando y entonces Candela me dijo;
-¡Toma Laura una corona de plasti amarilla!
Entonces, le dije a Candela:
- Vale, ¡ahhaaa! que chula.
Cuando me la quité, adivinad lo que pasó, se me pegó al pelo la plastilina amarilla. Ahora entenderéis toda la historia. Y desde ese momento tomo a mi pelo como si fuera mi corazón.
Continuará...
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