Se llamaban Guillermo, que tenía 10 años, Jacobo que tenía 8 años y Alfonso que tenía 5 años.
Eran muy buenos niños.
A los tres les gustaba mucho jugar y al más pequeño le gustaba
también mucho el "dinerillo".
Un verano en el que fueron a visitarlos unos primos, después de pasar unos días con ellos, la tita al despedirse le regaló 5 euros a cada uno.
A una de sus primas se le cayó la noche antes de irse un diente y el Ratón Pérez le había dejado
5 euros también.
Como lo del gusto de Alfonso por el dinerillo preocupaba a su madre en un descuido le quitó los cinco euros.
Alfonso no paraba de buscar sus cinco euros y como su prima le vio tan desesperado le dio los cinco euros que le había dejado el Ratón Pérez porque ella no los iba a necesitar.
Él gritó:
- ¡Los he encontrado!
Su madre pensó que se los había quitado a alguien, entonces su
prima confesó bajito que había dado los suyos.
FIN
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