El niño se levantó, una araña entró y le picó en el ojo, después la araña se posó en un cactus.
El niño le pegó un manotazo, la araña se apartó y el niño le dio al cactus.
Pegó un salto con las manos hacia arriba, las púas se clavaron en el techo.
El perro pasó y se meó debajo de el niño. Cuando cayó fue a parar en el pis.
Fue a lavarse; se resbaló en la bañera y se dio en el hueso del culo; pegó tal salto que fue botando con la cabeza hasta su cuarto.
FIN
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