Érase una vez un joven que se llamaba Iván.
Se levantó y se cayó por las escaleras y se cayó por la ventana del quinto piso.
Y cuando cayó le picó un alacrán de diez cm de largo.
Fue al hospital y le dieron un jarabe pero se equivocaron y le dieron guindillas ultra picantes y se fue a la cama.
FIN
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