Érase una vez un joven que se llamaba Carlos.
Se despertó con los pelos de punta.
Su madre le dijo que se peinase pero no podía y su madre le dijo que intentara más pero el decía que no podía.
Se fue a la calle y se cayó y se hizo un montón de sangre y tuvo que ir al hospital.
Al día siguiente se fue al colegio y cuando iba al recreo se cayó por las escaleras, y se fue al hospital.
Después, al llegar a casa, se fue a la piscina y se tiró en bomba y se estrello contra el muro.
Se fue al hospital y en la noche se cayó de la cama y se fue chocando contra las escaleras tres pisos abajo y cuando llegó abajo se estrelló contra el coche de su padre.
FIN
Se despertó con los pelos de punta.
Su madre le dijo que se peinase pero no podía y su madre le dijo que intentara más pero el decía que no podía.
Se fue a la calle y se cayó y se hizo un montón de sangre y tuvo que ir al hospital.
Al día siguiente se fue al colegio y cuando iba al recreo se cayó por las escaleras, y se fue al hospital.
Después, al llegar a casa, se fue a la piscina y se tiró en bomba y se estrello contra el muro.
Se fue al hospital y en la noche se cayó de la cama y se fue chocando contra las escaleras tres pisos abajo y cuando llegó abajo se estrelló contra el coche de su padre.
FIN
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