Érase una vez una niña que se llamaba Lucía. Un día sus padres decidieron ir a dar un paseo al museo. Cuando llegaron Lucía se quedo ilusionada por lo grande que era el museo. Cuando entraron Lucía se fue a ver unos fósiles y no se dio cuenta de que sus padres se iban por otro camino.
Cuando se dio cuenta se sentó en el suelo y se echo a llorar, un hombre del museo le dijo:
-¿Qué te pasa?-Lucía muy triste le contestó:
- Me he perdido.-Entonces le dijo:
-Te puedo ayudar.-La niña sonrió se levantó y le dijo:
-Gracias por ayudarme
Se pusieron a buscar
por todos sitios y no los encontraban.
Entonces dijo Lucia:
-No vamos a encontrar a mis padres.
Continuará...
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