Érase una vez un niño llamado Jorge. Era muy valiente. Un día sus amigos le propusieron un reto y lo aceptó. Tenía que pasar la noche en el cementerio. Cuando llegó la noche se fue al cementerio. Al llegar abrió la cancela y escuchó aullidos de hombre lobo.
Había luna llena. Dio cinco pasos y una mano salió del suelo y le agarró del pie. Jorge intentó escapar pero no lo consiguió. Detrás de él había una calabaza gigante con un cuchillo. Le cortó la cabeza y ahora dicen que todas las noches de Halloween el fantasma de Jorge camina en el cementerio matando al que entra.
FIN
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