Érase una vez un niño que le apasionaban los libros. Leía mucho.
Siempre pedía libros. En su cumpleaños le regalaron un libro gordísimo de historias. En esa misma noche lo empezó a leer.
Le dio a una letra del título y el libro empezó a hablar. Siguió el texto y el libro estaba leyendo la historia.
Por la mañana había terminado la historia y el libro entero. Le dio pena terminarlo tan pronto. La noche siguiente lo cogió para leerlo otra vez porque le había gustado mucho.
Le dio otra vez a la letra del título y empezó a contarle una historia diferente. Él empezó a leer también y resultó que el libro había cambiado y así sucedía todas las noches.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán referirse al texto de la entrada, no entrarán en conflicto con las mejores normas de urbanidad y de lenguaje y serán firmados por la persona autora.