Érase una vez un niño que le encantaban los perros. El niño se lo pedía a sus padres pero no tenían sitio. Cuando paseaba por la calle, a los perros que veía los acariciaba y además cuando iba a casa de su
abuela jugaba con su perra. Pero él quería un perro para él sólo.
Pasado un tiempo se mudaron a una casa más grande y, por fin, pudieron adoptar un perro, era muy grande pero muy bueno. Se hicieron grandes amigos y pasaban todo el día juntos.
Al final consiguió su sueño.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán referirse al texto de la entrada, no entrarán en conflicto con las mejores normas de urbanidad y de lenguaje y serán firmados por la persona autora.