Érase una vez, un niño que tenía dos perros. Un día, se fueron de viaje y los perros se quedaron en casa, entonces volvieron a por ellos, pero los perros se habían escapado. Intentaron encontrarlos pero no podían y pusieron carteles. Al día siguiente, un niño los encontró y se los quedó, su dueño estaba preocupado.
El niño que los encontró estaba contento, pero cuando estaban jugando los dos perros se escaparon. El niño fue detrás de ellos y los cogió. Cuando iba a casa vio el cartel y se los llevó al dueño, cuando se los llevo a el dueño se puso muy contento.
FIN
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