Con el castillo hinchable se divirtieron mucho, jugaban, gritaban reían etc.
Un día los padres, le regalaron una mascota, un perrito pequeño y muy bonito. Como era pequeño le gustaba jugar con todo, lo que pillaba y sin querer, le da una mordida al castillo hinchable y se convirtió otra vez en olla. Los niños se quedaron sin el castillo hinchable y desde ese día, jugaron con su perrito y fueron muy felices.
FIN
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